Por Fernanda Paniagua y Karina Pichardo
El apresurado avance tecnológico ha significado un escenario ventajoso a nivel global, pues ha proporcionado herramientas que coadyuvan a las actividades diarias. Sin embargo, este desarrollo también ha sido aprovechado por redes criminales que lucran a través de la tecnología, implementando diversas formas de fraude electrónico como el denominado skimming.
El skimming, es una práctica que, a pesar de no ser reciente –y de que las instituciones bancarias han implementado medidas para frenarla–, sigue registrando incidencia. Consiste en un fraude que comienza con el robo de información mediante la banda magnética de tarjetas de crédito y/o débito, para posteriormente clonar la tarjeta y ser usada de manera física al realizar compras, o incluso a través de transacciones electrónicas.
Existen dos formas comunes de realizar este tipo de delito. En la primera, estos robos ocurren en establecimientos como gasolineras, restaurantes o bares, en donde la tarjeta deja de estar en posesión del propietario y, por ende, la persona que está perpetuando el crimen puede pasar la misma por un lector, denominado skimmer de bolsillo, que recoge los datos de la tarjeta para después conectarlo a un ordenador, es decir, mediante un software especializado podrá acceder a los siguientes datos:
• Nombre y apellidos del titular
• Número de la tarjeta
• Fecha de expiración
• Número de seguridad
La segunda forma en la que se pueden obtener estos mismos datos es cuando insertamos una tarjeta a un cajero automático que haya sido previamente manipulado para esconder el skimmer y almacenar los datos anteriormente mencionados.
Con estos datos se pueden realizar dos cosas: La primera es utilizarlos para realizar compras online y la segunda es finalizar el clonado de la tarjeta; para esto último, se necesita un codificador de tarjetas, que reescribe la información de las tarjetas que pasaron por el skimmer a una tarjeta en blanco
Algunas recomendaciones para evitar caer en estos fraudes son:
Al visitar bares, restaurantes o gasolineras:
• Siempre pida que la terminal bancaria sea llevada a su mesa y que realicen la transacción en su presencia. En caso de no ser esto posible, acuda hasta el punto donde esté ubicada la terminal, que regularmente es el área de cajas.
• Al realizar un pago, no pierda de vista tu tarjeta cuando el empleado realice la transacción.
Al utilizar cajeros automáticos:
• En caso de requerir efectivo, opte por utilizar cajeros ubicados dentro de plazas comerciales, pues hay mayor vigilancia y están menos expuestos a ser manipulados en comparación con los instalados en la vía pública.
• Cuando visite cajeros, revise si hay alguna pieza extraña, en el lector de tarjetas y revise estabilidad del lector.
• En Ingrese el NIP (Número de Identificación Personal) a discreción, es decir, cubra el teclado al digitarlo, pues muchas veces, se instala una cámara para conseguir el NIP.