Entrada: La patrona o el sobre amarillo: los fraudes al acecho

Por Isabel Herrera y Carlos Herrera

Las formas en que operan los criminales se adaptan tanto a las diferentes posibilidades que ofrece el entorno de sus víctimas, como a los hábitos de estas. En la categoría del delito conocido como fraude, el pasar desapercibido es una condición para obtener el máximo beneficio, lo cual se logra perfeccionando técnicas, de tal manera que quienes son objeto de estos delitos, en ocasiones ni siquiera se percatan de esto. Así, se ha desarrollado una forma de fraude conocida como «sobre amarillo» o “la patrona”.

Este se ha presentado sobre todo en la Ciudad de México, específicamente en las alcaldías Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc, Coyoacán, Benito Juárez, Tlalpan, aunque también en Álvaro Obregón, Cuajimalpa y Gustavo A. Madero, y en zonas donde cuyos habitantes tienen la solvencia económica suficiente para pagar una persona de servicio.

El fraude consiste en llamar a la empleada del hogar o el trabajador de la empresa, haciéndose pasar por un abogado, contador, agente del Ministerio Público o algún otro funcionario público, diciendo que el empleador se encuentra en dificultades, mientras solicitan que se busque un sobre amarillo con dinero en partes de la casa u oficina en las que los dueños o ejecutivos guardan cosas de valor, momento en el que los delincuentes aprovechan para solicitar fotografías de estos.

Posteriormente piden que los objetos o dinero indicados por el defraudador sean metidos en una bolsa, la cual es recogida en el lugar por algún cómplice. Cabe mencionar que en algunos casos también hacen uso del abuso psicológico, amenazando e intimidando a la víctima para que no alerte a los dueños. Incluso, se llega a pedir que el monto en efectivo sea depositado en una cuenta bancaria.

De acuerdo al Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, tan solo en el 2018 se registraron 674 denuncias de este tipo y en el 2019 aumentó a 1,688 casos.

En caso de salir por periodos vacacionales, lo recomendable es mantener comunicación con los empleados.

Si se llegase a estar involucrado en una situación de este tipo, lo mejor es colgar inmediatamente y denunciar el número telefónico desde el cual realizan la extorsión. Los delincuentes, al fin y al cabo, no hicieron cuarentena, y ante ellos todos pueden estar expuestos.

MOVISAFE ofrece cursos de sensibilización de riesgos, los cuales consisten en explicar los peligros más comunes a los que pueden estar expuestos los clientes, tomando en cuenta sus actividades principales, la ciudad en la que se encuentra, así como sus hábitos, entre otros factores.

Para mayores informes: contacto@movisafe.com

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