Entrada: La muerte también viaja en transporte público

Por Fernando Rivera

Óscar murió mientras era atendido en el Hospital de Traumatología de Lomas Verdes, luego de ser baleado a bordo de una unidad de transporte público en la zona de Naucalpan. Día a día, sus actividades laborales implicaban que viajara en una combi, pero aquel 28 de agosto, la muerte llegó sin ser anunciada. Dos sujetos subieron a la unidad en el tramo El Molinito – Río Hondo, y en poco tiempo comenzaron con el atraco.

“Ya vieron que es de verdad”, dijo uno de los delincuentes, mientras enseñaba su arma de fuego a los pasajeros. Así quedó plasmado en el video que se hizo viral en redes sociales. Todos los pasajeros cooperaban y entregaban sus pertenencias, sin embargo, dispararon contra el joven de 24 años, quien se tiró al suelo lamentándose por el dolor.

El panorama no parece ser alentador. ¿Serán conscientes las autoridades de la tragedia que representa el hecho de que, aún después de vivir el trauma de un asalto, al siguiente día las personas tienen que subir nuevamente a las unidades de transporte público, porque no tienen otra opción?

Evidentemente, la crisis generada por el Covid-19 se tradujo en una disminución en este tipo de eventos. Datos oficiales arrojan que de enero a junio de 2019 se cometían 216 robos a transporte público por semana en el Estado de México, mientras que para el mismo periodo de 2020 el promedio se ubicó en 138. Sin embargo, con el regreso paulatino a la nueva normalidad, los delincuentes también han retornado a sus actividades y, por lo visto en el video, con más violencia que hasta antes de la pandemia.

Las autoridades mexiquenses han determinado, cada cierto tiempo, el aumento en las tarifas de transporte público. La idea era que los concesionarios invertirían en fortalecer los sistemas de seguridad. No obstante, el problema sólo se ha recrudecido. ¿De qué sirven los pasajes tan altos, con unidades tan precarias? En una ironía de la vida, parece que los usuarios pagan por vivir el espectáculo decadente de un asalto violento.

Los municipios cercanos a la capital del país se erigen como los más conflictivos en la materia siendo Ecatepec, Naucalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli y Toluca, los que mayor incidencia han presentado en los primeros ocho meses de este 2020.

Óscar, ya no regresó con su familia. Murió, cuando ni siquiera había puesto resistencia al robo del que él y el resto de los pasajeros, eran objeto. En una demostración de un poder nauseabundo, el asaltante amedrentó a los usuarios disparando contra alguien sin motivo alguno. Tenía sólo 24 años, una vida cortada por una bala alojada en el abdomen. Hoy, los dos asaltantes se encuentran detenidos, sin embargo, esta tragedia seguramente se repetirá. Al tiempo.

Para mayores informes: contacto@movisafe.com

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