Por Fernando Rivera
La película continúa. La estrella de la noche guanajuatense sucumbió ante un operativo implementado por el Ejército y elementos de la Fiscalía General del Estado, a inicios de agosto. A diferencia de lo que se creía, la caída José Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro”, no terminó con la espiral de violencia que vive el estado.
El capo huachicolero, no hizo sino tejer una vasta base social, que le permitió tener movilidad sobre todo en municipios como Celaya, Juventino Rosas, Apaseo el Alto, Apaseo el Grande, Villagrán, Cortazar o Comonfort, sólo por mencionar algunos. La red de protección implicaba tener en la nómina del Cártel Santa Rosa de Lima (CSRL), a buena parte de la población. Ante cualquier operativo, mujeres, niños y ancianos formaban la primera línea de protección.
Sin embargo, aún después del arresto, el operativo permanente Golpe de Timón prevalece en el territorio estatal. Aunque se ha cumplido con una de las finalidades principales, que era la captura de “El Marro”, lo cierto es que el objetivo principal es frenar el robo de hidrocarburo particularmente en Guanajuato, aunque sus efectos se extienden a todo el occidente del país.
De acuerdo con datos de Movisafe, luego de este evento se ha mostrado una leve disminución en cuanto a la cantidad de homicidios. Durante la primera semana posterior a la aprehensión de Yépez Ortiz, el decremento fue de 24.2% respecto a la inmediatamente precedente, pasando de 91 a 69 eventos de este tipo. Para la siguiente, este fenómeno fue más acentuado, registrándose una reducción de 38.5% (56 asesinatos) respecto a la última semana que este criminal estuvo operando. Sin embargo, el tiempo aún es reducido para marcar una contundente tendencia a la baja en la comisión de este delito.
No obstante, el panorama continúa sin ser alentador. Una serie de videos, tanto del CSRL, como de su rival, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), han estado circulando en redes sociales, dando por hecho que las circunstancias actuales no han hecho mella en las intenciones de una y otra organización en su afán por disputar la plaza.
Así pues, en un material que comenzó a circular días después de la aprehensión de Yépez Ortiz, presuntos integrantes del CJNG manifestaron su intención de “mantener el estado tranquilo y en paz” y se complacieron por la detención. En el video, de casi 2 minutos de duración, la persona que lee el comunicado indica a la familia del capo, así como a la gente que lo apoyó, que no habrá represalias ni persecución, siempre y cuando “dejen de extorsionar, secuestrar y cobrar piso a familias y empresarios del estado de Guanajuato”.
La respuesta no tardó en llegar, pues este fin de semana el CSRL dio a conocer su postura en un video en el que aparecen unos 14 sicarios fuertemente armados. En la grabación, un hombre lee un mensaje en el que afirma que no permitirán el ingreso al estado de otros cárteles, y enfatizó que «Guanajuato sigue siendo parte de Santa Rosa de Lima, todas nuestras células como aquí ven, seguimos y seguiremos trabajando en todo el estado de Guanajuato. No permitiremos el asentamiento del Cártel Jalisco Nueva Generación en ningún municipio del estado».
¿Se puede esperar una mejora en las condiciones de seguridad? De antemano, las dos organizaciones en disputa han dejado claro que no piensan ceder ante el otro. Por otra parte, las condiciones políticas y sociales, así como los vacíos institucionales, que permitieron la emergencia de un personaje como Yépez Ortiz se mantienen indemnes, de tal manera que las redes criminales que tejió permanecen momentáneamente vacías, a la espera de que alguien suficientemente avezado ocupe su lugar.
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