¿Qué se puede esperar de la estrategia de seguridad implementada por el Gobierno Federal? Las estadísticas delictivas hablan que el panorama no parece ser alentador. La muestra es clara, pues el incremento en la cantidad de homicidios a nivel nacional va en ascenso y las masacres son cada vez más recurrentes.
La Guardia Nacional, el cuerpo creado durante la actual administración y que contó con la aprobación de todas las fuerzas políticas en el Congreso, no ha dado, hasta ahora, los resultados deseados. El problema se encuentra en que tal parece que el gobierno mexicano esta cumpliendo los designios presidenciales, pero no de Andrés Manuel López Obrador, sino de Donald Trump.
Los efectivos de esta corporación se encuentran mayoritariamente concentrados en Chiapas, pero no por sus altos índices de criminalidad, sino haciendo labores de contención de los migrantes, provenientes de Centroamérica, en su afán de llegar a territorio estadounidense.
En efecto, de alguna manera México está pagando por un muro, que no de concreto, pero sí humano. De facto, esa barrera está ahí. Trump ha cumplido con su base electoral de atacar la migración ilegal, pero ha sido a través del Gobierno de México.
Siendo así, la prioridad no ha sido la seguridad. Cabe recordar que todas las mañanas, antes de su conferencia matutina, el mandatario se reúne con los integrantes del gabinete de seguridad en donde le informan sobre lo sucedido en las últimas horas. Eso no ha bastado. Por el contrario, parece haber un Estado paralelo en el que el crimen organizado impone sus propias reglas.
De esta manera, durante enero de este 2020 se contabilizaron 2 mil 166 homicidios violentos a nivel nacional, lo que representa un incremento de 34.4% respecto al mismo periodo de 2018, cuando se contabilizaron 1,612 casos.
Ante cualquier evento de alto impacto, la respuesta de la Federación es enviar más elementos de la Guardia Nacional, esa es la estrategia. Aunque los mensajes que se emiten desde la Unidad de Inteligencia Financiera, dependiente de la Secretaría de Hacienda, el sentido de que se está atacando a las organizaciones delictivas a través del capital que poseen, lo cierto es que no se han visto mermadas sus operaciones.
Desplazados por la violencia, asesinatos diarios, nuevos modus operandi, una Guardia Nacional ineficiente, jueces liberando delincuentes, el Presidente apenas reconociendo el problema de la inseguridad, el Estado sometido ante los cárteles. ¿Hay algo más por venir?
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