Por Diana Isabel Herrera
Conducir por la Ciudad de México siempre representa un reto, ya sea por el exceso de tránsito vehicular, por cuidar no caer en un socavón, o por estar pendiente de que la ruta sea segura; sin embargo, en años recientes se ha tenido que sumar un riesgo adicional y es la posibilidad de ser víctima de una nueva modalidad de extorsión comúnmente conocida como montachoques.
Estos grupos se encargan de transitar por los ejes principales del Valle de México tales como Viaducto, Anillo Periférico, Circuito Interior, Circuito Exterior Mexiquense, Calzada de Tlalpan, Río San Joaquín o el Eje Central, entre otras, a bordo de un vehículo de alta gama, para elegir a un automovilista y lo siguen durante un par de minutos. Posteriormente, comienzan a maniobrar de manera ofensiva hasta lograr frenar en seco frente a la víctima, consiguiendo que esta coalicione al vehículo de los presuntos extorsionadores.
De esta manera, los afectados se ven en la posición de tener que pagar el costo de las reparaciones por los daños provocados. A esto se añade que las personas que operan bajo esta dinámica, usualmente viajan en grupo y son violentos, lo suficiente como para intimidar a la persona tratando de persuadirla de no llamar al seguro o evitar que sea auxiliada por un elemento policiaco.
Si se trata de huir en el acto, en buena parte de las veces los agresores siguen al afectado hasta punto de destino, para obtener el pago en efectivo que puede oscilar entre 10,000 y 35,000 pesos, esto debido a la gama de los vehículos que son utilizados para provocar este tipo de accidentes.
Es una modalidad con tan solo un par de años de haberse dado a conocer, y aun no es un delito tipificado. Este modus operandi también ha sido detectado en el Estado de México, Morelos y Querétaro, así como en la zona carretera de Chalco – Cuautla.
La mejor forma de evitar ser el blanco de una extorsión de este tipo, es mantener una considerable distancia entre los vehículos que estén frente al que usted conduce, no obstante, si llegara a estar involucrado en una situación de este tipo, lo mejor es permanecer en el vehículo, no entregar ningún tipo de documento y llamar de inmediato a la aseguradora, así como pedir el apoyo de una patrulla mediante el 911.
En el 90% de los casos los agresores huyen ante la llegada de un seguro o la presencia de fuerzas del orden.
Es importante estar alerta al arribo de algún elemento policiaco o de la aseguradora sin que usted lo haya solicitado primero, pues es posible que trabajen en conjunto con los agresores y traten de persuadirlo de entregar el dinero solicitado. Ninguna aseguradora o elemento policiaco legítimo le pedirá que entregue la cantidad demandada.
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