REDACCIÓN MOVISAFE
La inseguridad y delincuencia en México, así como el entorno social y político del país, obliga a observar con especial atención cada uno de los posibles riesgos y amenazas que puedan afectar el crecimiento y desarrollo de una empresa. Es por lo anterior que, la seguridad integral para empresas, cobra una importancia impresionante hoy en día, ya que desconocer cuáles son las vulnerabilidades que se tienen y los aspectos que puedan dañar el bienestar empresarial, es similar a caminar con los ojos vendados.
Es por esta razón que se deben considerar una serie de puntos necesarios para generar la evaluación de riesgos, el uso de estos, así como la gestión y el desarrollo de un plan de seguridad integral para empresas.
1.- Establecer pautas para identificar potenciales riesgos. En esta etapa se definen las acciones que permiten identificar en qué posición se encuentra la empresa frente a posibles amenazas. Es aquí donde inicia el camino para generar un diagnóstico integral.
Para obtener la información necesaria se sugiere evaluar un conjunto de criterios como la productividad, reputación y confianza al exterior, estabilidad y situación financiera, seguridad y salud, además del entorno político-social. Lo anterior con el fin de contraponer el efecto de riesgo de la misión versus los objetivos de la empresa.
2.- Valoración del nivel de impacto en seguridad de cada área. Se trata de identificar la afectación que puede generar en la organización el hecho de que un área sea dañada. Este impacto puede ser alto, medio o bajo, lo importante es que esto debe ser valorado mediante el diagnóstico de seguridad para empresas. Una medida adicional es priorizar cada una de estas en con base en los intereses de la compañía.
3.- Crear un catálogo de los activos de toda aquella información y/o conocimientos de extremo valor para la organización. Dentro de esto es recomendable se realice una valoración de las razones y nivel de importancia que cada dato tenga. Lo recomendable es designar a un custodio de dicha información o para cada activo; para esto los requisitos de valor deben ser: confidencialidad, disponibilidad e integridad.
4.- Valorar, designar e identificar los escenarios de amenazas. La intención es buscar y documentar las condiciones que preocupan y pueden afectar a la organización interconectando todos los activos que esta posee, tanto lo tangible como lo intangible.
Con el fin de obtener el mejor plan de acción y mantener la seguridad empresarial, se visualizan los medios con los que se podrá ejecutar un análisis completo de estos posibles riesgos de seguridad para con ellos poder definir opciones de tratamiento a los mismos. Lo anterior solo tiene un objetivo claro: visibilizar toda amenaza posible, para así poder atenderla y evitarla.
5.- Finalmente se debe seleccionar un proceso de mitigación. Durante esta fase la finalidad es extender el control de riesgos en una empresa. Se focaliza y se profundiza en la metodología que se usará para crear el plan con relación a los puntos previamente estudiados.
Es en esta etapa del procedimiento en donde se debe reconocer la importancia que tienen los servicios de seguridad privada, así como la pericia que puede aportar para identificar elementos tanto en los análisis de riesgo como en el desarrollo y ejecución del plan de seguridad integral.
Con base en los resultados de investigación, y una vez identificadas las vulnerabilidades, el valor de impacto, las amenazas latentes y el entorno político-social, es posible elaborar un plan integral de seguridad para mitigar cada uno de los puntos anteriores, priorizando los de mayor riesgo e interés. Una planificación siempre será vital para salvaguardar el desarrollo económico de la empresa y el bienestar de sus empleados.
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