Por Carlos Herrera
2020 puede ser el año que demuestra lo endeble del orden geopolítico del orbe. La designación de COVID-19 como pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha impactado en los mercados internacionales, haciendo que se tambaleen. Derivado de esto, y en un panorama en el que se ha reducido la demanda de petróleo, parece ser que una crisis sanitaria derivará en una crisis económica global.
Si en el futuro se busca un evento que funcione como piedra de toque de este posible riesgo mundial, debe indagarse en el rompimiento de la alianza petrolera entre Rusia y Arabia Saudita. Derivado de la negativa rusa a reducir su oferta, como respuesta a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a la baja en la demanda de este energético, la nación arábiga replicó bajando drásticamente sus precios.
La acción de Arabia Saudita ocasionó un desplome del 25% de estos a nivel mundial, además de amagar con incrementar su producción. ¿Cómo afectó este embate a México?
En los últimos días, el peso se depreció un 10% (algo que no ocurría desde la crisis económica de 2008) ante una posible reducción en los ingresos de la empresa productiva del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex). El Gobierno Federal intentó paliar con su acostumbrada mezcla de palabras tranquilizadoras por parte del Ejecutivo Federal, así como con la trivialización de la situación y sus consecuencias.
Pero no deja de ser representativo que el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera, mencionara el 10 de marzo la posibilidad de que México fungirá como intermediario entre Arabia Saudita y Rusia, algo que a pesar de verse lejano, deja entrever la preocupación latente de que la llamada Cuarta Transformación se quede sin combustible, no sólo para la materialización de los proyectos prometidos en campaña, sino para mantener saludables las finanzas públicas.
Ningún funcionario mexicano tiene la fuerza para detener esta guerra de precios del petróleo; quien sí la tiene es el mandatario estadounidense Donald Trump.
Sin embargo, la prioridad hoy en día es atender la pandemia. El endurecimiento de las medidas sanitarias ante COVID-19 a nivel mundial, hace prever un panorama aún más oscuro para México, toda vez que las aguas del mercado petrolero aún no se han calmado y este país se muestra vulnerable a ellas.
En el siglo XV, el pintor germano Alberto Durero, realizó una representación de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, del Libro de las Revelaciones de San Juan. De los cuatro personajes que aparecen en primer plano, dos llaman la atención al cabalgar juntos: la representación de la peste (epidemias) y la del rompimiento del equilibrio económico; hoy en día, ambos tienen en vilo al mundo.
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