Por Paola Gutiérrez
Una de las características más llamativas de la Ciudad de México es su atractivo cultural y de entretenimiento. Uno de los más concurridos es aquel relacionado con la vida nocturna a partir de la oferta diversa de bares y antros. Si bien estos espacios se definen por el esparcimiento que ofrecen, también se han convertido en puntos endebles respecto a actos delictivos en contra de los visitantes que acuden a estos espacios.
En días recientes, la denuncia de una modalidad de asalto en clubes nocturnos de la ciudad, ha despertado preocupación debido al uso de la sustancia escopolamina, conocida comúnmente como burundanga y llamada también “Sumisión química”, debido a sus efectos.
Entre sus características, se subraya su condición incolora e insípida, su desaparición rápida en el organismo humano, así como la dificultad de detectarla en análisis clínicos. De igual manera, también se ha identificado que puede ser ingerida de distintas maneras: oculta en bebidas o alimentos, e incluso al ser soplada en los rostros de las personas.
Esta peligrosa droga, como su sobrenombre refiere, es utilizada para cometer actos ilícitos debido a que sus efectos anulan por completo la voluntad de la persona, causa desinhibición y también provoca cuadros de amnesia al ser ingerida. De esta manera, las víctimas se encuentran en un estado de profunda vulnerabilidad ante los criminales.
Por esta razón, se ha convertido en un modus operandi predilecto para cometer ilícitos como robos, secuestros exprés e incluso violaciones, no sólo por su facilidad para atacar a sus víctimas, sino también porque hace que sea prácticamente imposible tener pruebas suficientes para realizar una denuncia correspondiente.
El uso de esta droga para cometer delitos tiene hechos registrados en países como Colombia y España, y en el caso de México los eventos se concentran en el Valle de México, en alcaldías como Cuauhtémoc o Miguel Hidalgo, por lo que los casos reportados en el centro del país hacen pertinente seguir medidas de cuidado y protección al asistir a estos sitios.
Entre las recomendaciones se puntualiza el vigilar en todo momento las bebidas a ingerir, dar preferencia a aquellas que pueden ser destapadas en presencia de uno y verificar que no hayan sido abiertas con anterioridad. Además, identificar el número de SAT y respectivo código QR. Del mismo modo, el contacto constante con personas de confianza resulta indispensable para elevar las condiciones de seguridad.
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