Por Diana Isabel Herrera
Hace algunas semanas se abordó a través de este canal de comunicación el tema de asaltos a automovilistas por bandas criminales que utilizan el modus operandi de ponchar las llantas con un objeto punzo cortante y posteriormente seguir a la víctima hasta una parada para despojarla de sus pertenencias y objetos de valor.
En algunos casos, incluso fingen alertar a la víctima desde otro vehículo para aparentar asistencia, cuando en realidad su objetivo es aislar al involucrado y lograr su cometido. Es decir, se muestran de una manera amistosa, con el fin de generar confianza en la posible víctima.
Cabe destacar que los vehículos más atractivos para este tipo de crimen, o incluso para el robo de la unidad, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) son: Nissan Versa, Nissan NP300, Chevrolet Aveo, Nissan Tsuru y el Volskwagen Vento.
Por su parte, es importante aclarar que los vehículos más robados de manera violenta en 2020, de acuerdo con la misma institución, fueron el Kia Sportage, Mazda CX-5, Toyota Hilux, Seat Ibiza y Kia Río.
Sin embargo, este ilícito que solía ser característico de la zona norte y occidente del país, perpetrado principalmente por miembros de cárteles, ha comenzado a extenderse más allá de las zonas conurbadas, siendo adoptado por la delincuencia común que opera en estados como Tabasco, donde ha sido denunciada la presencia de artefactos poncha llantas en la autopista Comalcalco – La Isla y en la carretera Cárdenas – Villahermosa, para asaltar a transporte de carga que circula en altas horas de la madrugada por esa zona.
No obstante, este es tan solo uno de los nuevos métodos que la delincuencia ha comenzado a utilizar tras haberse visto mermado su mercado en otros delitos, derivado del surgimiento de la pandemia de COVID-19, así como la reducción de cobro de piso y extorsión a comercios dado el cierre de los mismos.
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