Por Gabriela González
Las estrategias delictivas para el robo de cajeros automáticos se han renovado con el paso del tiempo. Pese a que muchos usuarios están conscientes de estos peligros, los ladrones han mejorado notablemente las técnicas para el hurto y el engaño.
Una de las técnicas identificadas es el uso de una placa de metal que es introducida para bloquear la ranura por la que salen los billetes, de esta forma, para el usuario es imposible retirar el efectivo y una vez que sale del cajero para reportar el evento, los delincuentes quitan la trampa para quedarse con el dinero.
Otra técnica comúnmente utilizada es colocar un teclado falso, que se superpone sobre el original, el teclado se conecta a un dispositivo móvil y al momento en que el usuario ingresa su PIN, el dispositivo recibe la contraseña para después utilizarla en el retiro de efectivo o para realizar operaciones bancarias.
Además, también se ha identificado un método denominado skimmer, que consiste en elaborar una sección falsa parecida a la ranura donde se introduce la tarjeta bancaria, lo que permite a los estafadores clonar la tarjeta una vez que tienen acceso a la banda electrónica. También pueden mantener el plástico dentro de la ranura de tal forma que quede “atrapado” y así sea utilizado por los delincuentes, quienes solamente deben retirar el falso dispositivo para quedarse con la tarjeta.
Recientemente se detectó a un grupo de tres personas ubicadas en la colonia Guadalupe Tepeyac de la alcaldía Gustavo A. Madero, quienes se dedicaban a poner trampas en cajeros automáticos de los alrededores, para así robar el dinero y las tarjetas de los usuarios. Se trató de dos hombres y una mujer que fueron detenidos después de la denuncia realizada por un vecino de la colonia, las autoridades rastrearon a los sujetos a través de las cámaras de vigilancia de la Ciudad de México y una vez identificados procedieron a su detención, donde se les confiscaron 36 tarjetas bancarias.
Debido a estos hechos, las autoridades recomiendan a los tarjetahabientes revisar que el teclado del cajero no esté flojo, observar la ranura en donde se introduce la tarjeta y, si es más voluminosa de lo habitual, dar aviso y utilizar otro cajero.
Es importante también prestar atención a la ranura por donde se entregan los billetes, pues no debe estar abierta ni bloqueada, de igual manera, si la tarjeta queda atrapada pero el cajero no emite ningún comprobante sobe la operación, se debe dar aviso al banco.
Los delincuentes pueden incluso hacerse pasar por personal de las sucursales bancarias para solicitar su PIN o algunos datos personales, por lo cual siempre es mejor evitar la ayuda de terceros en estas situaciones. En el caso de que no se pueda resolver el problema, la ayuda siempre debe solicitarse dentro del banco o a través de las líneas telefónicas disponibles.
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