Entrada: Toma de casetas: entre la protesta y el negocio

Por Fernando Rivera

La toma de casetas en autopistas de México, se ha convertido en un negocio bastante redituable para grupos que han hecho de esta actividad un modus vivendi para la obtención fácil de recursos monetarios.

En días recientes, la sociedad mexicana ha sido testigo de cómo grupos de personas se asientan en los puntos de pago de peaje, para solicitar “cooperación voluntaria” a los automovilistas que cruzan por ahí. Incluso, llegan a tornarse agresivos contra todos aquellos que no ceden a sus peticiones.

No obstante, hay que mencionar que, si bien hay organizaciones con peticiones legítimas, éstas han sido opacadas por el actuar de aquellas otras que sólo han buscado un beneficio propio, sin ninguna bandera de lucha de por medio.

Fotografía tomada por MOVISAFE

Es aquí donde debe señalarse que, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Concesionarios de Infraestructura Vial (AMCIV), entre enero y septiembre de este año las pérdidas por la toma de casetas en autopistas y carreteras asciende a 3 mil 100 millones de pesos. En promedio, 25 puntos de cobro son ocupados por estos grupos diariamente, según Caminos y Puentes Federales (Capufe).

Sin embargo, de acuerdo con las concesionarias, tan sólo en el centro del país, se contabilizaron 1,215 eventos de este tipo entre el 19 de junio y el último día de septiembre, periodo en el cual comenzó un crecimiento exponencial de este fenómeno.

Así pues, hay que decirlo, los manifestantes se han escudado en el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que no ha de usarse la fuerza pública en contra de quienes expongan sus inconformidades.

Tan solo en el Estado de México se han identificado unos 30 líderes de organizaciones dedicadas a esta actividad. Destaca que Sinaloa, Guerrero, Querétaro, Michoacán, Morelos, Guanajuato, Durango y Estado de México son los de mayor incidencia, aunque Sonora con seis plazas tomadas se ha ido posicionando en el ojo mediático.

El panorama no es alentador. Si bien algunos gobiernos locales han empezado a actuar para impedir estas acciones coordinadas, lo cierto es que es un negocio que los grupos involucrados no van a soltar fácilmente. Es cuestión de esperar si las autoridades seguirán permitiendo esto que, al fin y al cabo, es un tipo de extorsión.

Para mayores informes: contacto@movisafe.com

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